Poneros el mandil, coger vuestras tijeras de podar y manos a la obra, pues hoy nos toca llenarnos las manos de tierra para recoger las verduras y hortalizas de nuestros campos y venderlas en el mercado a nuestros clientes habituales, o porque no a los nuevos "paseantes" que se asomen a nuestros arcones de "alimento".
- Lo primero que tenemos que hacer es coger el vegetal que queramos y plantarlo en nuestro campo casero, rellenando todas sus casillas con el citado "vegetal". Ese será el contador de turnos del juego, 9 en total, ya que al comienzo de cada turno, lo primero que debemos hacer es recolectar uno de estos "frutos" que nos dará nuestra tierra ó tierras si disponemos de más plantaciones. Al mismo tiempo le daremos la vuelta a la primera carta de cultivo privado de nuestro mazo y la colocaremos a la derecha del campo casero. En estos campos, cada vez tendremos más, podremos ir plantando los vegetales que tengamos disponibles tanto en nuestro almacén como en el carro.
- Acto seguido, repartimos 4 cartas (dorso marrón) a cada jugador. Cada uno y por turnos tendrá que descartar una carta al centro de la mesa y robar otra del mismo sitio descartada por otro jugador, con lo que cada uno en esta fase jugará 2 cartas, una de su propia mano y a su elección y otra del centro de la mesa que haya "despojado" uno de nuestros contrincantes. Lógicamente el primer jugador solo tendrá la opción de descartarse de 1 carta ya que no habrá ninguna en el centro de la mesa.
- Una vez haya jugado cada uno sus 2 cartas, estas van desde ayudantes que nos darán alguna ventaja en el turno que decidamos, hasta clientes habituales, clientes ocasionales, puestos de intercambio de vegetales, etc, pasamos a la ronda de acciones. Podremos hacer tantas acciones como queramos y podamos. Plantar nuevas semillas, vender al mercado, servir a clientes habituales, ojo los clientes habituales pagan muy bien pero nos supondrá asumir ciertos compromisos, si en una ronda no les "despachamos la comanda" se nos cabrearán y ahí quedará la cosa sin más consecuencias. Pero ojo, si por segunda vez no podemos despacharles, nos costará "ninerito" a modo de penalización, con lo que ojo. También aparecen de vez en cuando clientes ocasionales, sin compromiso, pero que nos harán ganar más dinero si nuestra "cartera" de clientes habituales es superior a la de estos últimos. También podremos comprar un "lote doble" de cartas, pero eso y alguna que otra cosilla más os lo dejo para que lo descubráis vosotros mismos.
- Vuelta a empezar con una nueva ronda, recogemos un vegetal de cada de lo que tengamos sembrado y descubrimos un nuevo campo de cultivo.
Muchos de vosotros pensareis (sobre todo los que no os hayáis fijado en el título de la reseña ;o) ¿Agrícola?, pero si este hombre ya nos habló de el..... Caliente, pero no, no se trata de un nuevo artículo sobre ese pedazo de juego. Hoy vamos a hablar de otro que tiene 2 cosas en común con el anterior, va de verduras y campos de cultivo y es también una maravilla de juego, me estoy refiriendo a At the Gates of Loyang.
Para todos los que no lo conozcáis os diré que este es otro de esos juegos que guardo en mi colección con especial "cariño", es un juego que tanto por sus componentes (un sin fin de fichitas coloridas de madera que representan a todo tipo de vegetales, desde apios, rábanos hasta calabazas y trigo) como por su sencillez, rapidez y diversión.
Nos encontramos nuevamente ante un juego que nos permite jugarlo en "solitario", ya sabéis lo mucho que me "congratula" eso. Pero como es lógico, cuando lo vamos a disfrutar realmente es en compañía de más jugadores.
La dinámica de juego es bien sencilla:
- Cada jugador va a recibir un tablero en forma de T con el marcador de puntuación y los puestos de mercado. Recibirá también un carro y un almacén, donde irá guardando los vegetales que recoja de sus campos o compre a "mayoristas", un campo casero donde empezará plantando la verdurita que crea más conveniente al comienzo de la partida, 10 monedas y una serie de campos privados que irá descubriendo a medida que avanza cada turno y que le darán la posibilidad de aumentar su oferta cara a los clientes.
- Lo primero que tenemos que hacer es coger el vegetal que queramos y plantarlo en nuestro campo casero, rellenando todas sus casillas con el citado "vegetal". Ese será el contador de turnos del juego, 9 en total, ya que al comienzo de cada turno, lo primero que debemos hacer es recolectar uno de estos "frutos" que nos dará nuestra tierra ó tierras si disponemos de más plantaciones. Al mismo tiempo le daremos la vuelta a la primera carta de cultivo privado de nuestro mazo y la colocaremos a la derecha del campo casero. En estos campos, cada vez tendremos más, podremos ir plantando los vegetales que tengamos disponibles tanto en nuestro almacén como en el carro.
- Acto seguido, repartimos 4 cartas (dorso marrón) a cada jugador. Cada uno y por turnos tendrá que descartar una carta al centro de la mesa y robar otra del mismo sitio descartada por otro jugador, con lo que cada uno en esta fase jugará 2 cartas, una de su propia mano y a su elección y otra del centro de la mesa que haya "despojado" uno de nuestros contrincantes. Lógicamente el primer jugador solo tendrá la opción de descartarse de 1 carta ya que no habrá ninguna en el centro de la mesa.
- Una vez haya jugado cada uno sus 2 cartas, estas van desde ayudantes que nos darán alguna ventaja en el turno que decidamos, hasta clientes habituales, clientes ocasionales, puestos de intercambio de vegetales, etc, pasamos a la ronda de acciones. Podremos hacer tantas acciones como queramos y podamos. Plantar nuevas semillas, vender al mercado, servir a clientes habituales, ojo los clientes habituales pagan muy bien pero nos supondrá asumir ciertos compromisos, si en una ronda no les "despachamos la comanda" se nos cabrearán y ahí quedará la cosa sin más consecuencias. Pero ojo, si por segunda vez no podemos despacharles, nos costará "ninerito" a modo de penalización, con lo que ojo. También aparecen de vez en cuando clientes ocasionales, sin compromiso, pero que nos harán ganar más dinero si nuestra "cartera" de clientes habituales es superior a la de estos últimos. También podremos comprar un "lote doble" de cartas, pero eso y alguna que otra cosilla más os lo dejo para que lo descubráis vosotros mismos.
- Al final de la ronda de acciones, los vegetales sobrantes que tengamos en nuestro carro, habrá que pasarlos a nuestro almacén para que no se lo coman los "pájaros". Empezamos la partida con un almacén realmente pequeño, vamos que solo podremos guardar 1 vegetal (más que almacén parece un calcetín, pero bueno...). Esto lo podremos solucionar durante la partida actualizandolo y aumentando su tamaño. Todo lo que no nos quepa, o lo vendemos si podemos ó lo perdemos.
- Por último, y una de las partes que más me gusta del juego, tendremos que comprar nuestros propios puntos de victoria. Si, si, aquí el que quiera avanzar por el marcador de puntuación tiene que soltar la pasta... avanzar una casilla siempre nos costará 1 monedita (estemos donde estemos), a partir de ahí, si queremos avanzar más, tenemos que sumar el valor indicado de cada casilla y pagarlo. Por ejemplo si estamos en la casilla de 7 puntos, avanzar a la de 8 nos costará 1 moneda, si queremos (y podemos) avanzar por ejemplo a la 10, tendremos que desembolsar 20 monedazas, 1 para pasar a la 8 y 9+10 para pasar a la 10. Esto hace al juego aún más interesante, ojito con despilfarrar en fases anteriores.
- Vuelta a empezar con una nueva ronda, recogemos un vegetal de cada de lo que tengamos sembrado y descubrimos un nuevo campo de cultivo.
At the Gates of Loyang es un juego que me ha gustado mucho. Realmente os lo recomiendo, ya seáis apasionados del Agrícola o no. Aunque su temática os pueda resultar parecida, su dinámica es totalmente diferente, se trata de juegos totalmente distintos.
La calidad de los componentes, como ya hemos mencionado anteriormente, es muy buena. El tema del idioma, solucionado, practicamente la única dependencia del idioma es el manual que ya está traducido, y el breve texto de las cartas de ayudantes también lo podéis encontrar traducido en pegatinas a medida para colocar sobre las originales, o usar como referencia para los que os de "susto" eso de "pegatinizar" los juegos.
AQUÍ os dejo el enlace.
Poco más que decir de este Fenómeno de juego, como de costumbre lo podéis encontrar en tiendas especializadas en este noble arte lúdico social. Su precio, pues pelín menos que el Agrícola, pero por ahí anda.
A este Verdulero y Servicial juego de Simientes le Puntuaré con un 9 sobre 10.